APARECIDA
Aparecida nos ha hecho recordar el valor de la misión que debemos tomar como iglesia al mando del sucesor de San Pedro, Benedicto XVI. Observemos nuestros pueblos que son muy católicos recordando los primeros misioneros que vinieron anunciar a Cristo desde esta primera evangelización hasta el día de hoy con los cambios, la evolución de la sociedad , la cultura en nuestros pueblos se es necesaria, ahora seguir anunciando a Cristo sin tener miedo, reconociendo nuestro errores , fortalezas , y poderlas corregir cautivando a la gente a seguir a Dios y que también se conviertan en misioneros , siguiendo “caminos de vida verdadera y plena para todos, caminos de vida eterna , son aquellos abiertos por la fe que conducen a la plenitud de vida que Cristo nos ha traído”; llevando en su corazón el amor de Dios que transmitimos . Hay que dar gracias como Dios nos hizo sus discípulos , que por medio de nuestros padres nos transmitieron esta fe que profesamos , a los sacerdotes que nos dieron por medio de Cristo los sacramentos ahora, ser discípulos es la alegría mas grande , porque es la respuesta , de todos los esfuerzos que hace Dios para que lo escuchemos , le amemos, así podernos liberar y ser luz en las oscuridades de nuestros pueblos , siendo parte de la iglesia , haciendo lo mismo que Cristo hizo en su paso por la tierra, ahora el nos invita por medio del documento a que lo imitemos: “La iglesia debe cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes (cf. Mt 9,35-36). El, siendo el Señor, se hizo servidor y obediente hasta la muerte de cruz (cf., fil2.8)”. Como Cristo que reconoció en los pobres y afligidos y dio a ellos su misericordia, así que nosotros también, reconocer en los rostros de las personas esos rostros sedientos de Dios para comprender porque en nuestra sociedad hay estos rostros debemos mirar a nuestro alrededor y contemplarlo, meditar sobre las nuevas tendencias del mundo, que influyen en nuestra sociedad y poder dar a conocer a Cristo de una forma más adecuada, mostrando a la gente que esas tendencias culturales, sociales, económicas y dimensiones sociopolíticas , que estas estructuras que la sociedad ha formado y que no todos han podido superar exitosamente por la diversidad de causas que afectan a nuestros países y por los muchos problema internos de cada uno de ellos, los cuales los han alejado de Dios; y es necesario que lo conozcan.
En América Latina y el Caribe que está ubicada en una posición considerablemente muy buena, sobre todo a ese regalo que nos ha dado Dios, con la riqueza de la biodiversidad de climas, selvas tropicales y sobre todo la Amazonía que debemos conservar todos estos regalos para nuestro bien y así no afectarnos a nosotros, por nuestros propios errores .
También nos damos cuenta que en esta zona latino americana y del Caribe que con el paso del tiempo ha mantenido sus costumbres ancestrales, se están viendo amenazadas por las diversas formas como la globalización las toca, la iglesia desea llegar a ellos con el mensaje de Cristo, traduciendo la biblia a sus idiomas restaurando cualquier tipo de discriminación que la sociedad globalizada haya causado en ellos.
Recordemos que la iglesia católica en su historia ha marcado al mundo, gracias a sus sacerdotes, misioneros que han ayudado a hacer muchas obras y sobre todo la de anunciar a Cristo, en esa entrega tan generosa y ferviente, ahora debemos seguir con ese mismo legado y superar todo los problemas que nos están afectando como los nombra el documento aparecida en el n°100.
Dar a nuestra vida una entrega radical es necesario, porque nuestra la radicalidad queJesús tuvo con nosotros y es “prueba de del amor de Dios a los hombres ”, así reconocer al primer enviado por Dios . Ahora como misioneros enviados por él, ponernos al servicio de los demás, teniendo mucho en cuenta los gustos de cada persona o estructura que la conforma resaltando siempre la vida, la familia “la familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de sus hijos ”,cada una de estas actividades humanas siempre es fuente de esfuerzo y del trabajo pero también Para la realización de cada una de ellas por las cuales sea creado la ciencia y la tecnología para ayudar nos en el trabajo , pero también , para cuidar de la naturaleza y nuestro entorno , en todo esto los latino americanos nos caracterizamos por hacerlo con amor. Ser discípulo es un llamamiento de Jesús que exige una respuesta rápida por que nos ha cautivado al encontrarnos con Él, y cuando le seguimos en este camino nos damos cuenta que hemos sido escogidos por Cristo. Al ser discípulos, compartimos la misma vida y por el Espíritu Santo que nos ha regalado comprendemos que Jesús es vida y verdad; para anunciarlo, llamando a que lo sigan en gratitud y alegría, “cuando el discípulo está enamorado de Cristo no puede dejar de anunciar al mundo que sólo El salva”. Que también el Espíritu Santo, a través de los sacramentos nos ilumina y por ello, ser discípulos, estar en comunión fortalece y es “un encuentro a solas que indica que Jesús quiere hablarles al corazón”. Todo discípulo se nutre “de la fuente donde mana toda su fuerza”, la Eucaristía, que al compartir el sacrificio Divino somos instrumentos de íntima unión con Dios, donde lo encontramos, en la Iglesia del amor; la Iglesia que Cristo fundó, ahora difundida por todo el mundo, donde “la Iglesia particular es totalmente la Iglesia, pero no es toda la Iglesia, es la realización concreta del misterio de la Iglesia universal en un determinado lugar y tiempo”. Por eso la vida en comunidad es esencial, ya que cada Diócesis, cuide de todas sus comunidades y estructuras pues en ella se viven y forman nuevos discípulos es un lugar muy preciso para que cada fiel tenga una experiencia de Cristo, logrando así que nazcan verdaderos discípulos en adoración del cuerpo de Cristo, para atraer a tantos alejados, mejorando los esfuerzos de convocación y formación a los fieles, para que conociendo más de la fe se haga una evangelización más profunda e integral, respondiendo a las necesidades de hoy como la iglesia de Cristo nace de Él, debemos cumplir amorosamente lo que nos pide, empezando por el Obispo, como guía de todo el pueblo encomendado, apoyado por los presbíteros y que cada uno de ellos haga de la Eucaristía “mi misa es mi vida y mi vida es una misa prolongada” , también por todos los que ayudan a la iglesia a su misión, como los diáconos, los fieles, laicos y laicas, los consagrados, ya que cada uno de ellos puede anunciar a Cristo de acuerdo a la vida que han aceptado, siempre con ganas de mejorar: “por eso la iglesia desea mejorar cuatro ejes. La experiencia religiosa, la vivencia comunitaria, la formación bíblico y doctrinal y el compromiso misionero de toda la comunidad” (cf. Aparecida 226) para que así podamos llevar un dialogo ecuménico con otros grupos religiosos para lograr unidad, así cumplir el deseo de Cristo, que todos seamos uno (cf. Juan 17, 21). Se es necesario que los discípulos se formen, después de haber tenido un encuentro con Jesucristo en cualquiera de las formas litúrgicas que la iglesia tiene, la cual fue cambio sus vidas para ponerlas al servicio de los demás, pero con un deseo de conocer más. Así es el misterio de cristo, el bien a nuestra casa cuando uno menos lo espera después de esto quiere desbordarse por el impulso del espíritu santo que lo impregna, con ella es necesario tener una catequesis para que evidencie el progreso y el seguimiento del señor.
